Los cultivadores suelen notar mejoras tras aplicar humatos en la primera temporada de cultivo.
Las formas de carbono más pequeñas interactúan más rápidamente con los nutrientes y los microbios, mientras que las partículas de humatos más grandes tardan más en descomponerse y activarse.
Cuanto mayor sea la superficie, mayor será la capacidad de interacción.
Los líquidos extraídos o los humatos solubles en agua pueden reaccionar más rápidamente, pues ya han sufrido cierta descomposición.